La Función Debe Continuar.

04.12.2012 05:34

La Función Debe Continuar.

 


Alejandro Zapata Perogordo.


El proceso de transición y -sin duda-, también de aprendizaje de las últimas dos décadas en México, son necesarias fuentes que deben tomarse en consideración para determinar el rumbo que debe seguir el país.

 

Una vez que se ha dado el cambio de poderes, lo que sigue es definir la manera cómo han de abordarse y enfrentarse los problemas y los retos  del país, por tal motivo, los próximos tres o cuatro meses serán determinantes.

 

Algunos adelantos se han presentado; la reforma a la Ley Federal del Trabajo, no fue producto de la casualidad, tampoco la de contabilidad gubernamental y dentro de las propuestas se encuentra la reestructuración de la Administración Publica Federal, dejando a dos supersecretarias, Gobernación y Hacienda.

 

 

El aviso de presentar una reforma hacendaría y energética en el próximo periodo de sesiones, tiene visos de querer caminar de prisa, antes de que los tiempos cambien, aprovechar los vientos a favor.

 

El anuncio de que el Plan Nacional de Desarrollo saldrá antes de lo previsto, es una buena señal, máxime si como dicen, se realiza bajo parámetros medibles y cuantificables, ya que de esa manera existirán elementos de evaluación, en tanto que no caigamos como aquel grupo de Porfirio Díaz, denominado "los científicos", que por encima de todo, incluida la ley, tenían que dar resultados.

 

 

Los primeros pasos consisten en mantener la gobernabilidad y para ello se requiere la alineación de todos,  que no se obtiene por decreto, se necesitan los controles, los incentivos, los acuerdos, los equilibrios y las reglas.

 

Esa parte, la comenzaremos a observar en la propia Cámara de Diputados, pues  de inicio la agenda constitucional obliga a la presentación de la Ley de Ingresos y el Presupuesto de Egresos. Este es un asunto importante, no tanto por la miscelánea fiscal, ya que no se esperan cambios bruscos, pero en lo que concierne al presupuesto, ya desde hace varios años que los gobernadores, presidentes municipales, secretarios de estado, directores de organismos y muchos más, hacen sus cabildeos con los legisladores y, en los dos sexenios anteriores les ha ido bien.

 

 

La costumbre de estirar la mano en la Cámara baja, seguramente no será tan recurrente en los próximos años, ahora tendrán que gestionarlo ante el ejecutivo y lo mismo va a suceder con el tema de la seguridad, donde tendrán que enfrentar a secretario de gobernación.

 

El hecho real, es que los Gobernadores (con algunas excepciones), no han dado los resultados esperados, andan sueltos, son opacos y se escudan en la soberanía estatal. La pregunta es: ¿se les deja igual o se les mete al aro? Sobre todo porque el presupuesto tiene que ver con el tema de la seguridad pública. Aquí se han destinado infinidad de recursos y las policías siguen igual, se hicieron leyes que no se aplican, como la del narcomenudeo, la de extinción de dominio y la de lavado de dinero. Toman los recursos, se los gastan y el resto de sus obligaciones se la dejan a la federación a grado tal, que las excusas y pretextos se volvieron un deporte nacional.

 

 

Este es uno de los rubros donde se debe poner orden, pues para reducir los crímenes violentos y de impacto social, para ampliar el número de policías y mejorar la Coordinación de las autoridades policiales, se tiene que pasar por los gobiernos locales, eso no es novedad, ya que inclusive se inyectaron abundantes recursos económicos, sin obtener compromisos firmes y decididos.

 

De manera adicional se trata de un año electoral, ya que en casi la mitad del país habrá procesos para renovar autoridades y legisladores, aunado a ello, queda pendiente concluir la reforma política y electoral.

 

 

En fin, a seguirle, la función debe continuar.